domingo, 19 de octubre de 2008

La madre tierra

Ella está ahí siempre. Esperando, paciente. El sigue sus pasos, no se adelanta si ella no lo hace. Observa y aprende todo lo que ve. Ella lo conduce, le enseña las cosas de la vida. Lo prepara. El a veces se siente desfallecer. Ella lo cobija en su seno. Lo alienta. Lo alimenta. Le da calor hasta que pase el inverno. De ella brotan los frutos más ricos y hermosos. Los que alimentan el alma, los que dan la vida.
El sabe que hay muchos que no la valoran. Y la defiende.
También sabe que ella es única. Porque guarda tesoros que no se pueden vender ni regalar. Esos que ella ofrece sin protestar.
Ella no lo abandona. El duerme tranquilo en su vientre con la luna y las estrellas que le bajó y se despierta cada mañana con los rayos del sol que le trajo para que lo iluminen todo el día. Ella con manantiales de lágrimas le da de beber. A veces sus sollozos no alcanzan para tanta sed.
Por eso él quiere cuidarla, protegerla, mimarla por que ella da todo sin pedir nada a cambio. El sabe que es única: es la madre, la madre tierra.

domingo, 5 de octubre de 2008

Recuerdos (30 de octubre de 1983)

El recuerdo nos devuelve la memoria, siempre está latente.Asechándonos, haciéndonos vivir aquellos momentos que seguro ya no volverán.
Pueden ser duros pueden ser hermosos, pero se quedarán grabados para siempre. Como una herida que no se va, y cada tanto la curamos para que no sangre.
Así las utopías, dejaron de estar presas en la oscuridad, salieron a la luz. Las gargantas gritaron con inmensa alegría los gritos más fuertes que estuvieron acallados. Ya no era lo mismo. Había un aire distinto, de fiesta, de primavera al amanecer refrescando. Trayendo un soplo de aura que alivió hasta los corazones más descreídos. La buena nueva se desperdigo por toda la geografía, llenó de cantos hasta los rincones más inhóspitos. Contagió con su esperanza a un pueblo que solo sabía de largos inviernos. Ya no se puede callarla, hoy vale más que nunca, ¡como no protegerla si costó tanto!

Se abrieron para siempre los caminos hacia adelante. Ahora la libertad expresada de incontables maneras es la señal que marca nuestra vida, la que cumple nuestros anhelos. También la música, que se escapó del ostracismo trajo sus acordes de mil melodías. Así, se unieron las voces para cantarle al amor, a la tierra, a la liberación, en definitiva a la savia nueva.
Las letras corren alborotadas con la tinta fresca sobre las hojas sueltas que juegan perderse en las manos. Los mensajes volaron por cielos surcados de palomas, que van y vienen a distintos rincones dejando uno a uno en cada puerta. La lluvia se llevó las cenizas del volcán en erupción. Solo se ve el arco iris que dibuja en el horizonte y toca con sus reflejos a los corazones que acaban de despertar de un largo sueño.