La primavera es la etapa del año más esperada, con su llegada sentimos la esperanza de hacer realidad nuestros sueños. La juventud que estuvo guardada salta a flor de piel. Los nuevos amores nos hacen palpitar el corazón sin quererlo.
Esta repleta de perfumes, se la siente en el aire, mientras el sol acaricia nuestros rostros pálidos de invierno.
Es tiempo de primavera, porque ya los pájaros vuelan y cantan revoloteando nuestro despertar de cada mañana en las ventanas. Se sienten en las calles los barullos de los jóvenes dispuestos a disfrutar de la vida que nace como pedazos de ilusiones. Todo se pinta de fiesta, todo es alegría porque la libertad dejó de estar encerrada en el invierno. Los paisajes se pintan de colores distintos, es el florecimiento. Es la etapa de la música y del amor, que perdurará en nosotros para disfrutarla junto a quienes elijamos compartirla. Nos trae noches que inspiran a tendernos en el lecho verde del pasto húmedo, y dejar que el tiempo nos embargue mientras contémplanos el cielo lleno de estrellas. O quizás de tertulias compartidas con amigos buscando arreglar un poco este mundo.
Es la época de la luna pidiéndole permiso al sol para recostarse en su lecho.
Es el comienzo, es la primavera que como un aura viene a besarnos en los sueños, esos que cada día valen por pétalos.
